¿Cómo lograr un cambio de hábitos?
A mediados del siglo pasado Maxwell Maltz, un cirujano plástico de la Universidad de Columbia, observó que sus pacientes tardaban 21 días en aceptar su nueva imagen, coincidiendo con el tiempo que les llevaba a los amputados en superar el síndrome del miembro fantasma. De allí se estableció la teoría de que un cambio de hábitos debería tardar 21 días en consolidarse.
Seguir leyendo
Muchos, entusiasmados por la idea, lo intentan para acabar en una profunda decepción.
Razonemos: la persona, a la que le amputaron un miembro o le cambiaron la nariz, se encuentra ante una situación irreversible, que no tiene más remedio que aceptar y para ello, su cerebro trabaja las 24 horas del día hasta que, al fin, lo logra a los 21 días. Su cerebro tardó 504 horas en aceptar un cambio definitivo y absoluto.
Ahora bien, cuando queremos cambiar un hábito, ¿cuántas horas del día invertimos en ello?, ¿qué tan profunda es la motivación de realizarlo?
Lo primero que tenemos que entender es que el cerebro es un gran ahorrador de energía y siempre va a buscar el camino más fácil, por eso debemos llevarlo de a poquito de manera de ir rompiendo su inercia lentamente.
Por ejemplo, si querés dejar el sedentarismo, no empieces saliendo a correr 10 kilómetros, es mucho trabajo para el cerebro. Empezá por caminar una vuelta a la manzana (400 metros), mañana dos vueltas y pasado tres… y ya estás en doce cuadras, más de un kilómetro, y tu cerebro ni se dio cuenta… y si seguís de a poco modificando recorridos y dificultades, en 25 días estarás llegando a caminar los 10 kilómetros, pero esto no quiere decir que el hábito se haya afianzado.
Phillippa Lally, investigadora de la Universidad de Londres dirigió un estudio, publicado en el año 2009, en el que participaron 96 voluntarios, con el fin de encontrar el tiempo que llevaba automatizar un nuevo hábito.
El análisis arrojó un promedio de 66 días para la mayoría, con una variante desde los 18 a 254 días.
Por lo tanto, para establecer ese nuevo hábito que tanto deseás, tenés que seguir insistiendo más de 66 días y, si ese hábito es totalmente opuesto a tu estilo de vida, deberás superar los 254 días.